21 Oct Salsa bechamel casera, ¿cómo prepararla?

Uno de los secretos para hacer una rica salsa bechamel casera es no utilizar harina cruda. Para conseguir un sabor excelente, tuéstala a fuego lento, durante unos minutos y sin dejar de remover. Cuando la harina adquiera un tono tostado estará en su punto. Lo notarás también por la olor que desprende. Pero ten cuidado de no quemarla!

Otra opción es utilizar alguna harina especial para bechamel. En ese caso te recomiendo la marca Fadaic que no tendrás que tostarla. Con esta harina la bechamel es muy fácil de preparar y no te hará grumos.

Las especias como la pimienta o la nuez moscada también darán un toque diferente a la salsa.

La textura más espesa o más ligera va a gustos. Siempre podrás añadir un poco más de leche. Ten en cuenta también que cuando enfría se vuelve más espesa.

 

Receta de salsa bechamel casera

 

Ingredientes:

 

  • 90 gr. de harina
  • 750 ml. de leche entera
  • 30 gr. de mantequilla
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra

 

Elaboración:

 

Según tu elección respecto a las harinas, tendrás que tostarla o no.

Si utilizas algún robot de cocina te será más rápido prepararla. No obstante, te explico 3 maneras de hacerla.

1.  Con la termomix.

Pon en el vaso el aceite con la mantequilla y calienta 1 minuto a 100º velocidad 2.

Añade la harina y emulsiona, 2 minutos a 100º y velocidad 1.

Por último, incorpora en el vaso el resto de ingredientes y mezcla 5 segundos a velocidad 7. A continuación, programa 8 minutos más a 100º y a velocidad 4.

2.  Con la batidora.

Calienta la mantequilla y vierte junto al aceite en un recipiente hondo.

Incorpora la harina, la leche, la nuez moscada, la pimienta y la sal.

Bate todo bien hasta que observes que no hay grumos (esto no pasaría con la harina especial de Fadaic).

3.  Manualmente.

Es la opción más lenta.

Igualmente calienta la mantequilla.

Vierte la harina en un recipiente hondo (un bol por ej.) y añade el aceite con la mantequilla.

Poco a poco añade la leche sin dejar de remover.

Incorpora el resto de los ingredientes y mezcla bien.

 

Dale tu toque personal en la textura y el sabor.

Con esta salsa bechamel casera harás que tus platos sean aún más apetitosos!

Buen provecho!

 

Sugerencias:

Atrévete con las semillas. Prueba a añadir una pizca de sésamo tostado molido y verás como realzas su sabor!

 

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